Con televisión en blanco y negro, la radio aún como centro del hogar y viviendo en una ciudad del interior de Argentina, el año 1972 me encontró con un bronquitis de 20 días de cama. Tenia por entonces 15 años y todos los días de la enfermedad coincidieron con el campeonato mundial de ajedrez, donde Bobby Fischer derroto a Spassky. Sin consolas de juego, ni computadora, esos días me permitieron seguir con mi tablero de ajedrez las partidas del memorable enfrentamiento. Un año después vino a Mar del Plata donde jugo simultaneas con muchos niños y jóvenes entre los que me encontraba.
Hoy a los 64 años murió en Islandia. Todos los medios se han referido al hecho . Quedara en la historia como un icono dentro de la denominada guerra fría y sus últimos años exiliado forzado, viviendo de la caridad y sucesivas internaciones, serán con el tiempo lo anecdótico de lo importante.
Cuando fui a comprar el diario al kiosco habitual de los veranos en Mar del Plata, me encontré con una cantidad inmensa de libros usados, incluso colocados en una biblioteca pequeña en el kiosco. No pregunte por el dueño de esos libros, sino fui conociéndolo al recorrer con la vista los lomos de los libros. Nuestros libros hablan más de nosotros que nuestros amigos más íntimos. Debo reconocer una sensación agridulce mientras oteaba por los títulos. Una hipótesis me surge rápido el dueño murió y los herederos no comparten su pasión por los libros. El hombre era sin duda un arquitecto, por la proliferación de libros de arquitectura y de arte. Lector de clásicos y de poesía e incursionador en temas de filosofía. Sin embargo abierto a las nuevas tendencias de su época. Lomos amarillos y colecciones históricas habitan este pequeño escenario atiborrado de libros, que hoy conviven con las revistas de actualidad y los diarios.
El joven que atiende el kiosco me aclara los precios 2 , 3, 4 y 10 depende del libro. Una primera mirada mercantil, me demuestra que los valores han sido puestos en la primera hoja, en relación al tamaño del libro. El joven desconoce el contenido, que se exhibe casi obscenamente a menos de 3 dólares. Para aclararme el panorama me avisa que si llevo muchos el precio baja. Sigue su oferta mostrandome colecciones de cd, “en buen estado” donde en la pila de adivina la novena sinfonía y algún Malher .
Me alejo del kiosco habiendo comprado la primera edición de “Por art”, de Oscar Massota y prometiendo volver. De hecho había llevado dinero solo para el diario y con monedas complete la compra, debiendo algunas. Me lo dio igual, se notaba el apuro de sacarse de encima todos esos “molestos libros viejos”, que ocupaban lugar en la geografía de su kiosco. O quizás un trabajo lento pero eficaz del olvidar al dueño de la colección, que insiste en vivir en las letras adquiridas, en las marcas de sus lecturas.
Quizás Clarín y nunca sin segundas intenciones, haya decretado el fallecimiento del proyecto Olpc en Argentina o al menos el modo de pensarlo hasta ahora. En una producción a dos paginas, en día Domingo y aludiendo a recopilar información de decretos y normativas públicas, exhibe el estado del proyecto en:
El plan de PC baratas para niños quedó convertido en un negocio , y Adrián Paenza, en “Gran idea, pero torpedeada” y el grupo de Hugo Scolnik responsable de los testeos en: A las computadoras les falta agilidad, dicen los testeos. Toda esta producción de Clarín sucede dos dias después que Intel abandonara toda colaboración con el proyecto OLPC y continué con
Veamos algunos comentarios de todos los actores mencionados:
Del mismo modo que escribí Los móviles y la educación, el campo educativo necesita pensar y en lo posible rápidamente estas posibilidades.
Pd. Un comercial japonés traducido al español sobre wii
La educación a distancia en su versión e-learning ha sido centro de las discusiones didácticas en los últimos años, sea en su versión pura vía plataformas, como Moodle o similares o en sus versiones mixtas, combinadas con actividades áulicas.
Sin embargo el futuro no muy lejano nos depara nuevos desafíos: La educación móvil, apoyada en teléfonos celulares, de sus últimas versiones. En los próximos dos años los costos de móviles con conectividad y versiones de sistemas operativos serán sin dudas el standard de los celulares. El desafió inmenso de la incorporación didáctica de estos dispositivos a la educación va mas allá incluso de los planes olpc.
Los teléfonos móviles ya están en las aulas en sus versiones actuales y pocas son las oportunidades donde escuchamos hablar de aplicación didáctica de los mismos y si escuchamos represiones sobre su uso.
Desde grabación de las clases en mp3, hasta trabajos con imágenes y filmaciones, y narrativas con restricción retórica en 140 caracteres son alguna de las oportunidades que se nos presenta con lo ya existente como promedio: un teléfono con una memoria de 2 gigas como son los que rondan los
¿Están pensando los docentes y los teóricos de la educación el escenario de los teléfonos celulares o lo vemos como algo ajeno a la educación?