tecnología, educación y subjetividad

La muerte de la palabra en Facebook generó más palabras

El post Facebook como la muerte de la palabra ha generado un rico debate en los comentarios y en diversos blogs. Como ha ocurrido en otras oportunidades aquí en Moebius voy a contestar con un nuevo post, sintetizando y relanzando la conversación, quizás en dos líneas, una la de aquellos que pretenden un uso más integral de Facebook, poniendo en el centro la conversación y otros que se amarran más a su función de red de contactos, sin esperar nada más de Facebook.

Cuando priman las palabras

Eddie Abramovich toma la relación entre lo icónico y lo escrito explicando el sentido paratextual en un primer momento, acompañando una dimensión discursiva para en un segundo momento quedar solos estos elementos convertidos casi en un texto automático:

“Sólo que, al renunciar a lo digital, a la palabra, y restringir los contactos al intercambio de símbolos, fotos y dibujos, volvemos a lo plano: Ahora, la dimensión que falta es la central, es la que nos designa como mamífero parlante. Peor aún, no solamente renunciamos a la palabra, sino que usamos vicariamente una palabra prestada, ya que cada una de esas aplicaciones viene con un mensaje de texto incorporado “Aquí te envío estas flores que seguro alegrarán tu día”. Dejamos a la máquina que hable por nosotros….”

Esta línea es continuada por Juliana Boersner en Ciberescrituras con Muerte y sustitución de la palabra en Facebook :

“La comunicación, el diálogo se da por excepción, pero cuando se ratifica el contacto, disminuye la intensidad. El caso más claro es el de los famosos reencuentros del colegio. Aquí en Caracas – y me imagino que en todas las ciudades también – una de las preguntas que se repite es: ¿ya tuviste tu reencuentro? Antes de la primera reunión la intensidad del intercambio es grande: un diálogo central con diálogos cruzados y otros más privados y al final todo se apasigua y la función emotiva da lugar a la fática que ya mencionamos. Triste pero es así, al menos en lo que me ha tocado vivir…”

Y más adelante se pregunta:

“…Mientras escribo esto han emergido algunas preguntas. La primera de ellas, la más importante de todas (aunque no nueva) es: ¿realmente podemos clasificar a Facebook como una red Social? Si, ya sé que s ha discutido en otros momentos y tiene que ver justamente con el tema de la generación de puntos de contactos y, también, con el narcisimo (no deja de ser interesante ya que por allí encontré un artículo en el que se decía que los más narcisistas se se comunicaban menos que los menos narcisistas ya que a los primeros, una vez ratificada la mirada del otro le importa poco dialogar). ¿Hay en Facebook espacios “reales”, cálidos en los cuales dialogar?…”

Irina responde con un comentario en Digizen enmarcando la problemática en lo social y en un tema de edades:

“…Interesantes reflexión y comentarios. Y sí, dimensión obscura, reflejo de una dimensión obscura de la realidad ¿no? No sé exactamente cuál es la media de edad de los usuarios de Facebook, pero no creo que supere los treinta y pocos. Cultura de lo inmediato, comida rápida, smses “jibarizados”… quizá todas esas aplicaciones de que dispone Facebook (iconos, reenvíos, todo ese ruido) y que no implican el uso de la palabra más o menos bien elegida animan a la participación a muchos que en caso contrario seguirían ahí, en silencio, solo mirando. Al fin y al cabo, que cada cual desarrolle el uso de su Facebook según sus necesidades, aunque muchos no entendamos esas páginas tan llenas y tan vacías a la vez…”

En relación a estas preguntas comos e observa tanto para Eddie como para Juliana, quizás miembros de otro paradigma, la palabra no es algo que pueda ser sustituido, dejado de lado, en relación a una dimensión meramente funcionalista predominantemente icónica, como lo señala Jack Daniel en Another brick in the wall

“En la red social, por el momento, el contenido no es lo que prima, sino la capacidad para establecer conexiones y relaciones de valor. El minimalismo del concepto extraído de la imagen se impone a la palabra y al alma metafórica que encierra. Es la dictadura implacable de la economía de la distribución, frente a la creación y generación de contenidos. Algo que puede no gustar, pero que en el mundo de hoy día es una realidad incuestionable….”

Y como señala Alberto Haj-Saleh en Libro de Notas

“Facebook no es que haya reducido la comunicación a lo anecdótico es que ha trasladado la charla vecinal intrascendente a la red…”

Cuando prima la dimensión de agenda de contactos:

Andrés señala en los comentarios esta cuestión de pedirle quizás más a Facebook de lo que es al señalar:

“Facebook no es un medio con lo dinámico que ello implica. Siendo una red, lo que importa no es la comunicación sino la conexión donde la comunicación es algo en potencia. Para mi es como una libreta telefonica fluida y un tablero de anuncios amorfo donde están quienes sé que están. La verdadera comunicación acontece luego de cierto necesario filtrado. Fuera de eso, el resto, es ruido cargado de buenas intenciones y mucha estupidez…

Y Carlos Andujar que busca quitarle cualquier pregunta epistemológica y dice:

“..Todo depende del ojo con que vemos las cosas. Podremos entrar en un debate epistemológico sobre Facebook y cómo la gente lo usa para generar conocimiento, pero prefiero mantenerme en el aspecto banal ya que creo que antes de ser funcional, hay que ser un tanto filósofo para culminar planteando que uso lo que necesito y lo que me resuelve mis necesidades motivacionales, sean ellas las que fueran…”

Y Alejandro Karpicius:

“…Facebook tal vez más cercana en nivel de complejidad con MySpace, conforman una nube de cosas, causas, invitaciones, juegos, con dos propósitos definidos: primero ser virales porque, segundo, estar más tiempo aumenta la posibilidad de los anunciantes.
No creo que sea el interés principal de estos gallineros que las redes, las comunidades sean productivas, lo importante es que el mensaje, cual fuera, llegue lo más lejos posible y además, mantenga conectado al usuario mientras la publicidad y la viralidad se acrecienta. En el medio de esto, miramos fotos, jugamos, escribimos en el muro, intercambiamos chocolates y nos apuntamos a causas justas, injustas y banales. Pero el trasfondo es comercio, no productividad del y para el usuario…”

O el pragmatismo quizás correcto de Monsieur le six

“Lo importante cuando se juzga una herramienta (en este caso Facebook) es no perder de vista qué es lo que se pretende con ella. El objetivo de facebook (ni de Myspace, etc.) nunca han sido las sesudas y profundas conversaciones. Para eso están los foros. Estas redes sólo pretenden ser eso: redes de contactos, donde puedas conocer a los amigos de tus amigos que todavía no son tus amigos, que te permitan dejarles un mensaje de felicitación el día de su cumpleaños…”

Como se observan hay dos líneas de comentarios y quizás se correspondan con dos enfoques distintos no yá de Facebook sino de los espacios creados en condiciones de virtualidad o subiendo la apuesta grupos de personas que han hecho de la palabra su marca de singularidad, de disfrute y encuentro con el otro y de aquellos que priorizan en encuentro y no le piden más a Facebook de lo que puede dar, es decir, un medio que los mantenga unidos y les permita comunicar de una manera eficaz. Un recordatorio de eventos y cumpleaños.

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4 comentarios to “La muerte de la palabra en Facebook generó más palabras”

  1. Gracias por la cita, Carlos.
    Estoy bastante de acuerdo con Karpicius en que, con toda probabilidad, la intención que prima en Facebook es ser viral. Supongo que comercialmente da buen resultado y además así fue concebido, sobre la base de la famosa teoría de los “seis grados”.
    Otra cosa es el uso que hacemos los usarios de él. Mientras existen quienes creen que debe ser una red social, con lo que ello implica en lo referente a la conversación, compartir contenidos, etc. Yo me incluyo entre ellos, sin que esto signifique que rechace lo primero, aunque para mí es secundario.
    Lo que sí es cierto es que el uso generalizado que se está haciendo de facebook como red de contactos a secas y la mecanización cada día mayor de los mensajes entre sus usuarios lo están convirtiendo poco a poco, como tú bien dijiste, en un colosal cementerio de palabras.
    Un saludo,

  2. Gracias por la cita, Carlos.
    Estoy bastante de acuerdo con Karpicius en que, con toda probabilidad, la intención que prima en Facebook es ser viral. Supongo que comercialmente da buen resultado y además así fue concebido, sobre la base de la famosa teoría de los “seis grados”.
    Otra cosa es el uso que hacemos los usarios de él. Mientras existen quienes creen que debe ser una red social, con lo que ello implica en lo referente a la conversación, compartir contenidos, etc. Yo me incluyo entre ellos, sin que esto signifique que rechace lo primero, aunque para mí es secundario.
    Lo que sí es cierto es que el uso generalizado que se está haciendo de facebook como red de contactos a secas y la mecanización cada día mayor de los mensajes entre sus usuarios lo están convirtiendo poco a poco, como tú bien dijiste, en un colosal cementerio de palabras.
    Un saludo,

  3. Nanim Rekacz dice:

    Como usuaria reciente de Facebook aún estoy en etapa de investigación, prueba y error, conocimiento de posibilidades y limitaciones. He estado en unas cuantas redes sociales y las he ido abandonando por el camino o dándoles uso específico. Soy una cultora cultivadora cosechadora de la palabra, la que escribo y la que leo, pero no de la palabra hueca y copiada sino propia y concretada en acciones.
    Y, como herramienta, espero y busco y propongo reciprocidad y cierto equilibrio en las relaciones. Si no existe, analizo primero si es por los contactos en sí mismos o por el formato.
    Twitter me significó un medio sumamente interesante y valioso como red y como puente hacia las ideas y actividades de los demás. Incluyendo algo esencial: conocer a algunas personas en carne y hueso cara a cara. Hasta ahora, facebook me esta permitiendo también llegarme hasta los haceres de personas que eran extraños y van adquiriendo de a poco facciones y contenido. A través, por supuesto, de la palabra.
    Para quienes vivimos lejos de todo y relativamente aislados y con casi nulo acceso a lo concreto/real que nos interesa, estas redes apalabradas son un puente. Y decidimos hacia quien cruzar y quien cruza.

  4. […] acerca del lamentable o ausente uso de la palabra en Facebook. El curioso resultado es que La muerte de la palabra en Facebook generó más palabras. Interesante entrada de Moebius que revisa un buen debate. Hablando de paradojas, Juan Freire se […]

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