Había una vez un mundo virtual llamado Second Life
Second Life tenía todas las de ganar y todas las de perder a la vez. Había logrado resucitar el concepto de mundo virtual en 3D . Como señale en Active wordls. Mi second Life en 1998, la idea no era nueva, sino que la implementación y la viralidad en la blogsfera era de tal magnitud que no solo penetraba por los blog sino que continuaba en los medios de comunicación masivos. Sin embargo hoy el silencio, los pocos comentarios, la caída de usuarios, parece ser una realidad que deja la escala 2006-2007 como un recuerdo de tiempos mejores. Las estadísticas que otrora endiosaban a Second Life hoy parecen reflejar una caída casi irreversible, tal como se ve en Alexa..
Lo que nos debe importar es en realidad el modo en que algo se convierte en moda y arrastra a todos, incluso educadores, hacia la tierra prometida y luego la realidad es otra y se abandona. Esto puede llamarse Second Life o Twiter o Facebook., estos dos últimos en alza quedando la duda si son gigantes con pies de barro.
En Google trends vemos la comparación entre Second Life y Facebook y su posicionamiento en la web.
Qquizs sea una buena lección para los adoradores de las modas, y para los educadores que en vez de seguir sus necesidades, creen encontrar en los recursos, no importa cual, la transformación del modelo educativo.
Hasta que nos demos cuenta que el poder saber-hacer está en lo distribuído, no importa sobre que plataforma.
saludosss
Escuché con frecuencia hablar de Second Life, pero nunca investigué qué era exactamente.
Tu artículo me recordó el tema y lo averigüé.Creo que no me “prendería” a Second Life, según lo leído.
También me temo que Facebook y Twiter y similares sean una moda pasajera o un reservorio de mensajes y links que atosiguen nuestra capacidad de respuesta y seguimiento.
Sin embargo, cuando tenemos gente que esté activa en estos sitios sociales con intereses comunes, y participación constante y valiosa, vale la pena.
Como con el control remoto de la televisión, los usuarios tenemos la última palabra.