La semana pasada conversando con un funcionario de educación de la ciudad de Buenos Aires, me acercó direcciones de vídeos filmados por alumnos durante las clases con sus celulares y subidos a Youtube. La charla había surgido a raíz de un enfrentamiento violento entre alumnos, que ganó estado público y que ocupa las pantallas de muchos programas. Esta mañana retome el tema con alumnos en una clase sobre modelo educativo y les prometí escribir e incluir en Moebius algunos de los videos. Son horas de clase normal, donde en el primero de ellos se observa un docente dictando una clase y el escaso alumnado dormido, o mandando mensajes de texto o filmando con el celular. Nadie duda de la capacidad teórica del docente, pero evidentemente la teoría va por un lado y el clima educativo por el otro.
El segundo de ellos, se ve una clase de computación donde el docente brilla por su ausencia y los alumnos liberan sus impulsos.
¿Dónde estaba el docente mientras estos alumnos sin límites arman una bazucada en el aula?
En ambos casos son jóvenes que pertenecen a unos de los colegios que esta en todos los medios de comunicación como el enfrentamiento entre el Huergo y Vieytes. Ahora viene el tiempo de las mediaciones, las palabras, las discusiones, el accionar de la comunidad educativa, que parece no ver nunca lo que pasa en las aulas a pesar de que los jóvenes, a su modo los muestran en Youtube.
Aquí van dos informes en televisión, el primero de ellos comienza con escenas de un programa donde los colegios compiten por un viaje de egresados, y aparecen las amenazas que nadie quiso escuchar y toleraron y luego continúa con el tratamiento en los diversos medios
En el segundo hay que poner atención a las declaraciones de los jóvenes.
Evidentemente es un fracaso del sistema educativo es su totalidad.