tecnología, educación y subjetividad

El adiós a Google wave o las modas pasan y los agoreros del cambio callan

Existe un tipo de sujeto que habita la blogsfera, las redes sociales y los mundillos como Twiter que como característica principal ama cualquier novedad, escribe sobre ellas, anuncia el cambio desde el modelo comunicacional , al modelo educativo, a la forma de distribución de la riqueza. Ese sujeto que hoy en día ensalza el Ipad, y el Twitter como las herramientas de la libertad y el cambio, no hace mucho hablaba de Google waves como la quintaesencia del cambio. Hoy leemos que Google dice basta con su proyecto Waves:

“…Pero a pesar de estas victorias, y numerosos fieles seguidores, la onda no ha visto la adopción de los usuarios que nos hubiera gustado. No tenemos planes de continuar desarrollando la onda como un producto independiente, pero vamos a mantener el sitio al menos hasta finales de año y ampliar la tecnología para su uso en otros proyectos de Google.La parte central del código, así como los protocolos que han hecho que muchas de las innovaciones de onda, por ejemplo, arrastrar y soltar y carácter por carácter, viven de escribir, ya están disponibles como fuente abierta, para que los clientes y socios pueden continuar con la innovación comenzamos. Además, vamos a trabajar sobre las herramientas para que los usuarios fácilmente pueden “liberar” a su contenido desde el ciclo…” (más…)

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Lo que se oculta en Google o la ceguera de los satélites

Interesante artículo de Vanessa Graell en el diario El Mundo: Los lugares prohibidos detrás del simulacro de Google Earth. Se trata de aquellos sitios que no están incluidos en los mapas de Google y que desde el arte se trata de recuperar. Un modo de abordar la ilusión de totalidad de estos recursos

“…Son lugares que no existen. Los satélites los vetan del mapa. No tienen cobertura. Desde la selva amazónica a la estepa siberiana hay zonas que se borran deliberadamente del mapa digital. Ya sean instalaciones militares o playas nudistas, edificios gubernamentales o parques naturales asediados por especuladores que construyen urbanizaciones ilegales, hay espacios del planeta que permanecen ocultos. Todo un catálogo de paisajes omitidos. Si el siglo XXI y Google Earth prometen al usuario de Internet ver cualquier punto de la Tierra en un clic, la realidad se encarga de desmentirlo. Algunos artistas denuncian la falacia de un mundo hipertecnológico desde el cine y el teatro…”

Por demás interesante resulta la metodología utilizada para recuperar estos lugares y que se ha plasmado en el cortometraje ALPHA AND AGAIN

“Los cineastas Isaki Lacuesta e Isa Campo se han armado con sus cámaras para grabar un particular diario de bitácora. Como exploradores modernos han viajado a varios de los lugares que Google Earth oculta. Cámara en mano, los han fotografiado y grabado a ras de suelo. Su proyecto Lugares que no existen. Google Earth está aún en fase de desarrollo. Pero en diciembre llenarán las paredes del Nivel Zero de la Fundació Suñol con dos realidades enfrentadas: las imágenes del satélite contra la película que ellos han grabado en el mismo punto. Además, colgarán su proyecto en Internet y lo editarán en forma de documental…”

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Y Chrome está entre nosotros

Cuando comenzó a replicarse viralmente la noticia de que Google lanzaba su navegador Chrome lo primero que pensé fue aquel dicho popular de “zapatero a tus zapatos”. Ser el buscador más usado, haber creado un ecosistema de programas en la red, algunos exitosos, otros que el mismo Google compra y va dejando por allí, no garantiza poder entrar con éxito en la disputa de los navegadores. También me acordaba de “te queríamos tanto Netscape…”, o de la exitosa arremetida de firefox, ante Explorer. 

También revisaba en mi cabeza, alternativas que he probado, desde Flock hasta buscadores semánticos. Todas estas referencias van en el sentido de si hay espacio para un nuevo navegador, que debe tener este para convertirse en una “aplicación asesina” y si no implica también una extensión de la esfera de Google, sin garantías de al menos un éxito similar al buscador. ¿Se conformaran con una parte de la torta? o van por todo. (más…)

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El destino de los datos que obtiene Google

logo de googleA partir de una frase se abre un universo de conjeturas: “buscar” ya no es un instrumento neutro, pero se ha convertido en una fuerza social en sí mismo”.

Cuando uno lee trabajos como Stopping Google (ingles), publicado en Boston.com hay que hacer un trabajo intelectual extra para escapar de las siempre tentadoras y marketineras ideas de una conspiración o una intromisión en la vida privada de las personas. Las cifras son concluyentes, el 62 % de las busquedas en Internet por ciudadanos de EEUU, se hacen por Google. Se ha vuelto la referencia de la recuperación de la información, gozando de una posición dominante, casi única en el mundo de los negocios con un valor de mercado tan grande como Coca-Cola y Boeing combinados.

Por mucho menos a Microsoft se lo condena independiente de lo que realice. Pero Google ha sabido generar una imagen corporativa firme y de confianza en base a “No Evil”. A pesar de esto Drake Bennett, en el artículo señala:

“Pero como la influencia de Google crece, una serie de estudiosos y programadores han comenzado a argumentar que la empresa está adquiriendo demasiado poder sobre nuestras vidas – invadir nuestra privacidad, la configuración de nuestras preferencias, y el control de manera de aprender acerca de y entender el mundo que nos rodea…”

“Google sabe más y más sobre nosotros, pero ahora mismo hay casi nada que podemos hacer para saber exactamente lo que hace con esa información”, dice Frank Pasquale, un profesor asociado de derecho en Seton Hall y uno de los principales proponentes de apaciguamiento en Google. “We want to make powerful entities on the Internet accountable.”

El pedido no es descabellado, crear instancias que auditen al menos, el tipo de destino de los datos que emergen desde los algoritmos de Google.

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Imágenes del como se trabaja en Google

En noticias 24 publican En Google les pagan por vivir y trabajar así un conjunto de imágenes sobre las oficinas de Google en Zurich (Suiza) tomadas por Ángel Jiménez de Luís en su visita. Da envidia.

google suiza areas de trabajo

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