Nota: Este artículo fue publicado en Julio de 2005 y se “perdio” en la mudanza a wordpress. Aprovechamos las vacaciones de Semana Santa para su republicación.
El libro Arquitectura de la información en la Web de Rosenfeld y Morville ha sido en los últimos años un material de referencia en el dictado de nuestros cursos. Leemos vía Úsalo y a su vez ellos citando a Jorge Barahona de la actualización del diagrama Contexto-Contenido-Usuario a un modelo de panal.Jorge Bahona a traducido el articulo de Peter Morville sobre “Diseño de Experiencias del Usuario” y extraemos de Usalo los siguientes puntos:
• Útil. Como practicantes, no podemos estar satisfechos con colorear dentro de las líneas dibujadas por gerentes. Debemos tener la valentía y creatividad para preguntar si nuestros productos y sistemas son útiles, y aplicar nuestro profundo conocimiento de la materia y medio para definir soluciones innovadoras que son más útiles.
• Usable. La facilidad de uso sigue siendo un aspecto fundamental. Sin embargo, los métodos centrados en el diseño de interfaces y las perspectivas de la interacción humano-computador no aplican a todas las dimensiones del diseño Web. En resumen, la usabilidad es necesaria pero no es suficiente.
• Deseable. Nuestra búsqueda de eficiencia debe ser balanceada con una apreciación del poder y valor de la imagen, identidad, marca y otros valores del diseño emocional.
• Encontrable. Debemos luchar por diseñar sitios Web navegables y objetos localizables, para que los usuarios puedan encontrar lo que necesitan.
• Accesible. Al igual que nuestros edificios cuentan con elevadores y rampas, nuestros sitios Web deben ser asequibles a las personas con discapacidades (más de 10% de la población). Hoy día es buen negocio y es la alternativa correcta desde el punto de vista ético. Eventualmente, va a ser un requisito legal.
• Creíble. Gracias al al Proyecto de Credibilidad Web, hemos comenzado a comprender cuáles elementos de diseño afectan la confianza que nos tienen los usuarios y si creen lo que les decimos.
• Valioso. Nuestros sitios deben ofrecer valor para nuestros clientes. Para los sitios sin fines de lucro, la experiencia del usuario debe apoyar la misión de la organización. Para los comercios, debe contribuir al rendimiento del negocio y mejorar la satisfacción de sus clientes.
Recomendamos leer nuestras dos fuentes Usalo y el sitio de Jorge Barahona gente referente en estos temas y seguir los enlaces que proponen.
Vía Factor humano encontramos un breve comentario sobre una cita del último libro de Peter Morbille, Ambient Findability
“[…] Though our attention is drawn to the fast layers of hi-tech, the map to this maze is buried in the slow layers of human behavior and psychology. It’s not enough to focus on the I in IT. We must also lose the C in HCI. Because ambient findability is less about the computer than the complex interactions between humans and information.
[…] Pese a que nuestra atención está dirigida a las rápidas capas de la alta tecnología, el mapa de este laberinto está enterrado en las lentas capas del comportamiento humano y la psicología. No es suficiente enfocarse en la I de TI. También debemos soltar la C de IHC. Porque la encontrabilidad ambiental es menos acerca del computador que de las complejas interacciones entre los humanos y la información.
Coincido con Nelson Rodríguez-Peña en la dificultad de encontrar una traducción adecuada a “ambient findability”. Si dejamos de lado la traducción y nos concentramos en la cita, la misma podría ser un proyecto de tesis por la complejidad que presenta. La propuesta de que los problemas que debemos enfrentar no están tan del lado de la tecnología sino de la complejidad de las relaciones humanas, el conocimiento y la psicología. El cruce de la psicología social, la individual y la epistemología parece ser el territorio donde indagar sobre estas cuestiones.
Tampoco son esos campos aislados en sus formas tradicionales sino pensados desde un sujeto en “inmersión tecnológica”. La mediación del sujeto y la información no puede ser solo leída como un acto de búsqueda y capacidades de lecto-escritura sino enmarcada en una relación tecnológica y dentro de este tiempo histórico determinado.
Un cita de Vygotski nos ayuda a pensar:
““Las palabras tienen un papel destacado en el desarrollo del pensamiento como en el desarrollo histórico de la conciencia en su totalidad. Una palabra es un microcosmos de conciencia humana”.
Exactamente esta idea de microcosmos de la palabra y de las definiciones humanas, su construcción y distribución son las que en una inmersión tecnológica se hace necesaria redefinir en busca de clarificar la calidad de la mediación. Después de todo estas palabras, clasificaciones sociales o cualquier producción de este orden no son otra cosa que modos de mediación entre humanos. En una publicación reciente escribíamos en coautoría con Diana Fernandez Zalazar :
“Cabe aquí mencionar que consideramos a la tecnología como una herramienta simbólica, en el sentido Vigotskyano, en tanto es mediadora en las relaciones de los sujetos y cuyas características permiten realizar transformaciones en los otros y en el mundo a través de los otros. Es en este sentido que lo social y lo individual quedan articulados e implicados necesariamente, la tecnología como una forma históricamente determinada por lo social y su correlato en el proceso de subjetivación e individuación en donde se internalizan dichas formas…”
El enfoque sobre los sujetos y no las maquinas de Morville ya había sido mencionado en 1995 por Papert al decir:
“El contexto para el desarrollo humano es siempre una cultura, y nunca una tecnología aislada. Con la presencia de los ordenadores, las culturas pueden cambiar y con ellas los modos de pensar y aprender de las personas. Pero si lo que se desea es comprender (o influenciar) el cambio, se debe centrar la atención en la cultura —no en el ordenador.» (Papert: 1995)
Mientras que algunos informáticos y diseñadores de interacción sigan pensando que el problema es de resolución tecnológica solo lograremos meras aproximaciones a la construcción de ambientes de encontrabilidad.
Ana Nuñez Peña en Marylink aborda el tema de los Matatags y las clasificaciones sociales. Un tema que hemos tratado muchas veces pero que su encanto y proyecciones parecen solo mostrarnos una capa de lo que va a ser a futuro. Dice Ana: “Un paso más allá de todas nuestras utópicas intenciones: relaciones entre tags. Un Elemento más que permita crear un control sobre las descripciones cooperativas a un único recurso…”.
La tensión entre objetividad y subjetividad es sin duda el telón de fondo de estas prácticas. Las taxonomías históricamente han sido presentadas como condición necesaria para comenzar cualquier actividad científica. Lo común, lo objetivo siempre es un camino que se alcanza al costo de reducir el objeto clasificado a una dimensión.
Las taxonomías sociales invitan a la clasificación subjetiva y al encuentro de subjetividades afines. Sin embargo uno nota que la gente vuelve a realizar el reducionismo de lo objetivo en post de alcanzar lo común. ¿Cómo se resuelve esta tensión entre la libertad de clasificar y los etiquetados para encontrarme con lo común?
Aquí comienza a mí entender lo potencial de estas tecnologías que hay que comprenderlas como “captación de la subjetividad” pero que no aportaran a lo social, al encuentro con el otro afín, en una clasificación sino en la constante de clasificaciones donde al menos 2 personas o un grupo expresen en sus tags .
Aquí toma fuerza lo expresado por Ana “Una jerarquía de especificaciones semánticas (más allá de una instancia de contenido con metadatos default -RSS 1.0-), que permitan, por ejemplo, establecer relaciones entre tags o la dependencia entre una etiqueta y el sujeto que describe…”
En todas las clasificaciones diversas, en los archivos de definiciones de las personas,(FOAF), en las acciones de los sujetos en la web, podremos ir creando instancias de acercamiento de las sujetividades que sin dudas son más que lo que hago descrito en algún sitio. Paradójicamente la diversidad subjetiva aparecerá en las constantes. Y es aquí donde la psicología individual y la social vuelven a tener algo que decir.
Leer artículo La invasión del tag y la hegemonía del metadato
“Recordemos la inexistencia de los ordenadores en el planteo de Bush, plenamente desarrollado a base de palancas, transparencias superpuestas y microfilms, donde incluso de podía realizar notas al margen. Un dispositivo mecánico cuya idea central es la de nexos entre los artículos, es decir, desde un artículo se podría acceder a otro. Uno recorre las páginas escritas por Bush y piensa en las limitaciones tecnológicas de la década del 40, cuando comenzó a ser pensado, y se encuentra un parentesco asombroso con los modelos hipertextuales de la actualidad. En síntesis, el proyecto de Bush proponía:
1)Extensión de la memoria humana, suplemento en términos de Bush.
2)Conexión a una futura computadora para la reposición de las microfichas.
3)Recuperación de la información por múltiples índices.
4)Los usuarios pueden realizar anotaciones al costado de la pagina, agregar nuevos microfilms o documentos enteros.
5) Agregar elementos de asociación entre microfilms.
Los cuatro elementos que definen el Memex son: nexos, conexión, trayectos y tramas. Nexos y conexiones son lo que mas adelante abordaremos como nodos y linkeos, mientras que trayectos son para Bush las posibilidades de conectar distintos artículos. El conjunto de trayectos forma una trama. Existe una semejanza estructural y hasta podríamos decir un dialogo entre el trabajo SZ de Barthes con su noción de lexia y las propuestas de Bush. Barthes de su concepto de lexia dice: “La lexia comprendera a veces unas pocas palabras y otras algunas frases, será cuestión de comodidad, bastara con que sea el mejor espacio posible donde se puedan observar los sentidos, su dimensión determinada empíricamente a ojo, dependerá de la densidad de las connotaciones”.
Descargar animación sobre el funcionamiento del Memex
Windows Quicktime, ZIP, 2.5M
Ver el todos los enlaces que Ecuaderno propone para historia del hipertexto
La foto corresponde al sitio www.dynamicdiagrams.com
Javier Calamaro escribió el bello tema “Navegar”: “Estoy perdiendo el rumbo Estoy perdido en el mar / No tengo claro hacia dónde navegar / O si en algún puerto te voy a encontrar. Sí perdí la dirección Y estoy sólo en este mar / Alguien me vendrá a rescatar. / En un barco sin timón Busco el mapa de tu amor. No pensaba en los usuarios de la Web seguro, pero describe estas pérdidas de sentido que nos ocurren al transitar las paginas Web.
Fue la gente la que determinó cual era el camino más correcto. El arquitecto no prejuzgo, no puso por delante su modelo mental, de cual seria el lugar ideal sino que utilizo la información que la gente dejo con sus pisadas. En un post anterior hacíamos referencia al concepto de Nielsen de la usabilidad como derecho humano y las referencias allí señaladas valen para este caso. El campo del diseño centrado en el usuario no es un camino fácil, pero el resultado esta validado y no depende de los caprichos o las modas que siguen los que diseñan. Alejandro Floría Cortés escribe un artículo de lectura casi obligatoria: ¿Qué es el Diseño Centrado en el Usuario?