De aprendizajes, indices de felicidad y otras delicias de la vida contemporanea
Un pequeño señalamiento en un video, una aclaración y un sinnúmero de comentarios abre una discusión que no es menor. Dolors Reigs en el post: El sistema educativo finlandés y las dos caras de la responsabilidad. Señala:
“Aludía a que el propósito de la educación debería hacer ciudadanos responsables pero también más felices, que mirar de forma directa y parcial a Finlandia me parecía peligroso porque si bien es cierto que los indicadores son muy positivos en cuanto a integración laboral, los índices de suicidio de la población también son altos. “…Lo que dije de Finlandia (que cola está trayendo) es que los informes Pisa deberían valorar muchos más aspectos de los que valoran (lectura, matemáticas, ciencias), porque estos pueden ser muy buenos en cuanto a rendimiento laboral o académico pero no están midiendo otras cosas, como la felicidad. Sé que es un comentario que puede ser malinterpretado fácilmente, así que dejo claro desde ya que en ningún momento he vinculado suicidios a sistema educativo. El tema es mucho más complejo…”
Encontramos aquí un disparador para los temas que trabajamos en las clases y en lo que respecta a nuestros intereses y nuestras consideraciones como investigadores no podemos dejar de acordar con Dolors acerca de los informe como el Pisa no solo son incompletos sino que eluden las cuestiones que hacen a relacionar aprendizajes, construcción de ciudadanía y subjetividad. Pueden ser orientativos, pero de ninguna manera un termómetro preciso del estado de la educación. Otros desarrollos se han apoyado en el denominado índice de felicidad, que no es algo nuevo como señala Miren Maite Ansa Eceiz en ECONOMIA Y FELICIDAD: Acerca de la relación entre bienestar material y bienestar subjetivo: (más…)
