tecnología, educación y subjetividad

Las clases magistrales: Entre el stand-up y los ted. Parte 1

tango

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En tiempos fluidos, tiempos baumianos de atención dispersa, la organización de las clases teóricas o magistrales como también se las conoce, sufren una crisis silenciosa. Sostenidas en el prestigio del orador, titular o adjunto de una cátedra se organizaron históricamente como el espacio de reflexión teórica donde se “iluminaba” a la concurrencia sobre los avatares del campo y se exponían líneas teóricas y contradicciones. Con una duración entre dos a cuatro horas, heredan del púlpito, la transmisión del mundo del saber y la verdad revelada. Jorge Luis Borges en el Aleph nos acerca a una metáfora de este mundo:

 …Al principio, los sueños eran caóticos; poco después, fueron de naturaleza dialéctica. El forastero se soñaba en el centro de un anfiteatro circular que era de algún modo el templo incendiado: nubes de alumnos taciturnos fatigaban las gradas; las caras de los últimos pendían a muchos siglos de distancia y a una altura estelar, pero eran del todo precisas. El hombre les dictaba lecciones de anatomía, de cosmografía, de magia: los rostros escuchaban con ansiedad y procuraban responder con entendimiento, como si adivinaran la importancia de aquel examen, que redimiría a uno de ellos de su condición de vana apariencia y lo interpolaría en el mundo real. El hombre, en el sueño y en la vigilia, consideraba las respuestas de sus fantasmas, no se dejaba embaucar por los impostores, adivinaba en ciertas perplejidades una inteligencia creciente. Buscaba un alma que mereciera participar en el universo…”

Sin embargo las “almas a ser elegidas”, van encontrando otros caminos para su aprendizaje y este tipo de clase podríamos pensarlas afectadas por el concepto de “economía de la atención”. Como señaló Herbert Simon (1971) , en tiempos previos a la abundancia de datos en internet, al referirse que una riqueza de información produce una pobreza de atención. Esta tensión entre los datos y la capacidad de atender, muestran un renovación permanente de la presentación de los datos, primer paso necesario para que una aparato psíquico los convierta en información, relacionando lo nuevo con lo aprendido y en un paso más y que no siempre se da, en conocimiento. (más…)

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