tecnología, educación y subjetividad

Lo solitario y el sentimiento oceánico en la blogsfera

Los miembros de la blogosfera pecamos muchas veces de un sentimiento oceánico, al cual ya en 1930 Freud le dedico su observación en el “Malestar en la cultura”. Aquí también en las redes sociales uno puede percibir un sentimiento de inmensidad, de no tiempo, de no espacio, donde todos están al mismo tiempo con todos. Un giro más hacia la indifirenciación que la acción real sobre el mundo. Quizás por allí pasa Redes sociales, ¿”formas solitarias de ser social”? y las preguntas que reproducen Juliana. Es imposible seguir el ritmo de amistades, propuestas y aplicaciones de sitios como Facebook sino es en desmedro de una práctica social directa en el mundo. El tiempo para mantener estos vínculos es tal que ocupa toda la temporalidad real y psíquica de una persona.

Solo lo aquellos que viven muchas horas frente a la maquina, y que su universo se continua con las reuniones físicas con los que pasan mucha horas en la maquina, quizás logran algunas transformaciones en el mundo, los demás, me parecen viven una ilusión de estar comunicados, de estar cerca, de contar con alguien, de hacer algo útil en la vida. Son habitantes de redes sociales, y allí esta su religión y su sentimiento oceánico. Se que habrá discusión…

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Sin comentarios to “Lo solitario y el sentimiento oceánico en la blogsfera”

  1. Juliana dice:

    Si, Carlos. No suena muy optimista pero la verdad es que esto nos lleva a una pregunta filosófica que es la de la posición del ser y de su relación consigo mismo. Es una pregunta existencial que probablemente tenga las mismas vías que las de la filosofía occidental. Cuando digo existencial me refiero, en primer lugar, a que es una pregunta por la existencia pero si lo veo desde el punto de vista del existencialismo ya sabemos que estamos esencialmente solos y, sin embargo, insistimos en este océano de ¿apariencias? a sentirnos acompañados y protegidos.

    ¿Qué es lo que le da sustancia a estos nexos? ¿O es que acaso todo esto es una ilusión? ¿Tiene acaso sentido el empeño? Pienso que si o quiero pensar que si porque al menos a mi me brinda sentido, muchas veces más que el que me brinda la vida cotidiana, esa que llaman real. La continuidad entre una y otra es lo óptimo pero con frecuencia nuestros mejores interlocutores están detrás de la pantalla y nos tocan a través de ella.

    Gracias por tomar el hilo de la madeja.

    Besos

  2. Ángel dice:

    Buen artículo, yo opino lo mismo, es imposible sin sacrificar prácticamente todos los demás aspectos de tu vida el ser capaz de agauntar ese ritmo de conocer gente, chatear etc., poco a poco te ves absorbido por internet y por la autoexigencia de corresponder las “atenciones” que los otros te prestan.

    No obstante siempre habrá gente que se encuentre a gusto en el océano, que prefiera esa ilusión que comentas… creo que dentro de pocos años, a bastante corto plazo, se empezarán a ver casos relacionados con esto y será un tema importante para la psicología, no tanto enfocado como una adicción (que puede llegar a serlo también) si no más bien como pautas de comportamiento, sociología y demás.

  3. Ramiro Aquize (Fredy) dice:

    Este tema de la tecnología presente en la ciudad donde la mayoría anda con los mp3, o chateando..etc.etc.. me hace acordar al texto de Bradbury “Farenheit…” donde a un personaje le llama la atención que otro u otra tenga la costumbre de mirar el cielo nocturno, donde casi todos están ensimismados e indiferntes en sus raros aparatos por la ciudad.

    Un abrazo Charly.

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