tecnología, educación y subjetividad

Comprate una vida o los avatares de la identidad en las redes sociales. Parte 1

afiche de la pelicula mujer soltera buscaSe ha popularizado una frase sincrónicamente con el desarrollo de las redes sociales y, que es “comprate una vida”. No es algo nuevo que alguien tome y adecue su vida a la de otro, y sea el otro. Ricos historiales muestra la psicopatología y el cine lo a tratado en muchísimas películas memorables, como Mujer soltera busca, entre otras.

La novedad es hacerlo desde las redes sociales con la potencia que eso implica y el impacto en los otros. La identidad puede ser pensada desde las constituciones subjetivas e intersubjetivas del individuo, hasta las estructuras legales de un estado que garantizan la identidad de un sujeto ante los otros, o desde el concepto de la identidad como una construcción permanente, (larga historia tiene el concepto en el campo de la psicología). La identidad digital es un bien valioso, representa en las redes sociales y sitios los diferentes roles de una persona. Es lo que elegimos concientes o no de nuestra historia para compartir con los otros. Con la aceleración mercantil de la vida contemporánea, la circulación de la identidad y sus formas de representación de la misma, abandona los grupos primarios y secundarios para exponerse abiertamente.

En los últimos meses han solicitado mi intervención situaciones que hacen a la identidad en las redes sociales donde sea por sustitución de identidad o por creación de una falsa identidad producen malestar en las personas involucradas. Expondré dos casos preservando la identidad de las personas involucradas,  la primera de sustitución de identidad, la segunda de  invención de una identidad.

Seis personas  para un perfil son multitud 

La agente de prensa de una modelo y actriz me consulta sobre las estrategias posibles de comunity manager y el problema de su representada, que denominaremos con el nombre de Andrea, de 25 años, a quien en Facebook le aparecen varios perfiles y paginas aprovechando la información mediática de a Andrea, en los típicos programas denominados de la farándula. Tal nivel de exposición genera los clones que luego de un estudio de dos semanas podemos detectar al menos 6 paginas de Facebook y varios perfiles, algunos usaban el carácter mediático para publicitar servicios como books o boliches, otros difundían actividades de Andrea, dandole un carácter de veracidad muy alto, que solo consultando con Andrea podíamos dirimir lo falso de lo verdadero. Incluso perfiles y paginas inactivas de hace un tiempo, hasta perfiles que desaparecían de un día para otro como si se hubiesen enterado, cosa que no descarto, del trabajo de validación que veníamos realizando. En una rápida clasificación podríamos enmarcarlos a algunos como:

 1) Cuestiones psicopatológicas de apropiación  de la identidad de otra persona.

2) Cuentapropistas de publicidad on line que aprovechando la imagen cobran por exposición de los visitantes a las páginas.

3) Desprestigiadores de imagen, posiblemente comunity managers, de otras figuras o elencos o productoras que compiten en el mercado teatral y audiovisual

4) Inclasificables, posiblemente admiradores de la figura

El mecanismo de creación de páginas es bastante sencillo y en una figura publica abundan las fotos en la red, para alimentar la veracidad. Si además Andrea cuenta en su Twister y Facebook cuestiones familiares y sus fotos no estaban protegidas y sus niveles de privacidad no son los adecuados en el Facebook, tenemos una mezcla explosiva que permite todas las adulteraciones que se imaginen. Incluso a modo anecdótico alguien de un medio le reclamo sobre la ausencia en un evento, el cual había sido acordado con uno de los falsos perfiles.

¿Como se soluciona esto?

Replanteando la actividad privada y la oficial en las redes sociales de modo que se cuente con:

  1. Un perfil propio para un grupo reducido de familiares, amigos. Solo ellos acceden a los textos y a las fotos. Debe existir un grado de confianza muy alto en este grupo y aun así, jamás publicar algo sumamente deseable por los medios.
  2. Una página oficial validada en Facebook y un Twitter oficial, en ambos se comunicará toda la actividad pública de Andrea y será manejado conjuntamente con su agente de prensa o un comunity manager.
  3. Acciones sobre Facebook y Twitter a los fines de que den de baja los falsos perfiles y paginas.
  4. Vigilancia activa sobre nuevos perfiles o paginas falsas.

Lo que en este caso aparece amplificado por esa duplicidad de que Andrea tiene un perfil publico y una vida privada como cualquier joven de 25 años, le ocurre a muchas personas que develan en la red su vida, sus fotos, sus datos, desconociendo los recursos y herramientas de privacidad que la red nos brinda. El segundo caso que expondremos en la segunda parte se desarrolla en un localidad pequeña, que cabe en la frase de pueblo chico , infierno grande y se trata del desprestigio de una persona por otra oculta tras un falso perfil.

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1 comentario to “Comprate una vida o los avatares de la identidad en las redes sociales. Parte 1”

  1. LUZ dice:

    MUY BUEN ARTICULO!! Totalmente de acuerdo,muchas personas exponen su vida sin pensar en las consecuencias, mas aún sin conocer los medios de privacidad..

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