Con televisión en blanco y negro, la radio aún como centro del hogar y viviendo en una ciudad del interior de Argentina, el año 1972 me encontró con un bronquitis de 20 días de cama. Tenia por entonces 15 años y todos los días de la enfermedad coincidieron con el campeonato mundial de ajedrez, donde Bobby Fischer derroto a Spassky. Sin consolas de juego, ni computadora, esos días me permitieron seguir con mi tablero de ajedrez las partidas del memorable enfrentamiento. Un año después vino a Mar del Plata donde jugo simultaneas con muchos niños y jóvenes entre los que me encontraba.
Hoy a los 64 años murió en Islandia. Todos los medios se han referido al hecho . Quedara en la historia como un icono dentro de la denominada guerra fría y sus últimos años exiliado forzado, viviendo de la caridad y sucesivas internaciones, serán con el tiempo lo anecdótico de lo importante.
[…] el de Guillermo Piro), tres, cuatro -otro bueno-, cinco, seis -próximas partidas comentadas-, siete -otro buen relato-, ocho. marcadores relacionadoscreo: ajedrez y […]