tecnología, educación y subjetividad

Posicionamiento satelital, ¿posicionamiento sexual?

El desarrollo de las tecnologías de posicionamiento satelital, gps, ha crecido en los últimos tiempos. Sea por la baja de costo, o por la incorporación en celulares. Producto de esta difusión aparece una oferta que al menos trae polémica. Leo en Terra: Polémico lanzamiento de lencería con GPS incorporado.

“El último grito de la moda en Brasil permite a los hombres “localizar” a su compañera gracias a un GPS (Sistema de Posicionamiento Global) incorporado a ropa interior sexy, una novedad que las feministas consideran un retorno al “viejo modelo” de dependencia de la mujer. La actual crisis financiera internacional no parece asustar a Lucia Iorio, propietaria de la marca y diseñadora, ya que el precio para comprar este conjunto de corsé, tanga y portaligas, ofrecido con un collar de strass, no es nada barato…”

Ubicado en el doble discurso con el cual nos encontramos permanentemente en los desarrollos tecnológicos, practicas libres y practicas de control social, sistema según la autora:

“…Esta colección se llama ‘Encuéntrame si puedes’. Es un guiño de ojos a las mujeres y un desafío para los hombres, porque aún si la mujer ofrece el código de su GPS, ella aún tiene la libertad de desconectarlo. Ella no será localizada si no lo desea”, afirmó.Para Iorio, “no se trata de un cinturón de castidad moderno. Ciertos hombres piensan que podrán vigilar sus mujeres pero se engañan”. El producto, por ejemplo, permite a un hombre “preparar la sorpresa de un encuentro”, puntualizó la empresaria, quien destacó que solamente las mujeres, y no los hombres, pueden comprar la nueva ropa interior…”

Remite sin dudas al cinturón de castidad del cual leemos en la Wikipedia:

“El objeto ganó popularidad en Inglaterra en el siglo XIX gracias a un libro cuyo contenido lo describía como “una de las cosas más extraordinarias que los celos masculinos hayan realizado”. El libro describe como el objeto era usado para asegurar la fidelidad de las damas que se quedaban solas en casa mientras los aguerridos maridos iban a luchar a las cruzadas…”

Julia Antivilo Peña, El cinturón de castidad como prótesis en las mentalidades de las mujeres latinoamericanas señala:

“Para la inquisición, el cinturón de castidad era una herramienta de disciplinamiento que avalaba la piadosa iglesia católica, quizás la institución del llamado occidente más decidora en cuanto a curtir al cuerpo como una cárcel. En algunos conventos fue utilizado como cilicio para combatir las tentaciones de la carne. Pero, sin dudas, fueron los confesores quienes impusieron a muchas mujeres utilizarlos como penitencia. Las jovencitas fueron obligadas a usarlo para evitar que perdieran la virtud, o sea la castidad, las casadas tendrían que usarlo para conservar el honor, no de ella solamente sino también del marido. Con todo, el cinturón de castidad medieval arraigó la idea de la servidumbre sexual exclusiva femenina y la prohibición del autoplacer….”

Por un lado estas vetas de control social de los cuerpos parecen lejanas mientras que el ‘Encuéntrame si puedes’ se ubica según la creadora en las antípodas, dado que integraría un “juego sexual móvil”, e incluso deconstruir la idea de “cinturón de castidad”.

Este producto puede ser una cuestión efímera, una broma, pero lo importante quizás es como la sexualidad y la movilidad unen discursos en tiempos líquidos, que como ya sabemos pueden convierten este objeto en una mercancía, vendible para una u otro de los fines.

Recuerden a la sustitución de las cadenas y las bolas de acero para inmovilizar presos por los dispositivos de tobillera electrónica y los trucos creados para alterarlas. Bueno es saber, más allá de discusiones, que no hay reino de siete llaves que no puede abrirse.

Share and Enjoy: These icons link to social bookmarking sites where readers can share and discover new web pages.
  • MisterWong
  • Y!GG
  • Webnews
  • Digg
  • del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
Share

Leave a Reply

Powered by Wordpress | Designed by Elegant Themes