¿Los editores quieren cambiar?
El diario El país en su edición del 12 de Julio publica un artículo sobre la relación entre editores e Internet. Bajo el titulo de Los editores se asoman al cambio. Vale la pena recorrer el artículo y el enfoque de los editores, porque a esta altura del desarrollo tecnológico es al menos patético que se esté hablando de “asomarse al cambio”.
Y al leer declaraciones como la siguiente, uno tiende a pensar que han perdido el rumbo y la capacidad de análisis:
“El sector editorial se enfrenta también a grandes cambios de cariz estructural. José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta, los resumió en dos, caracterizados ambos por esa gran velocidad: el comercio del libro y la adaptación a la sociedad de la comunicación. Las nuevas tecnologías, sobre todo Internet, están cambiando la edición de libros profesionales y de referencia, también los de texto -“cada vez se pedirán más elementos audiovisuales”-, y los de creación literaria -en éstos, sobre todo, está afectando en la fase de comercialización-. “Si nos negamos a aceptar el cambio, cambiará igual, pero mal”, dijo. Así que su idea es tomar las riendas e intentar evitar la cultura del “todo gratis”, buscar la complicidad de los autores -“nuestro sistema es el único que garantiza la retribución del creador para que siga creando”
Parece narrar un escenario que lo ubicaría en mediados de los 90, porque ya hace un par de años que la comercialización está afectada, que la demanda de narrativas audiovisuales existe. Aferrados a un modelo parecen no encontrar respuesta, no a lo que esta asomando como titula El país sino a lo que quizás están viendo pasar a lo lejos.
pd: Los libros de la foto son de su dueña, que los va a saber identificar
Hola Carlos:
Me quitaste el post de la mente o, en otras palabras, te adentantaste y menos mal que me detuve y persistí porque por un momento me dije “Esto ya lo leí”, tanto por la foto como por el título.
En todo caso lo que abres es un tema que me acompaña desde hace algunos días a raíz de un cuestinario que me pasara Javier Celaya de la Fundación dosdoce y que tiene que ver justamente con el impacto de las nuevas tecnologías sobre el mundo editorial.
Mi reflexión, como creo que te comenté, iba por el lado de que una de las cosas que deben comprender las editoriales es que la web no es ya aquella web 1.0 a la que tampoco se montaron y que sólo veía las páginas web como reflejo pasivo de un depósito de libros.
Vuelta al tema de lo audiovisual no ha sido fácil para el mercado editorial comprenderlo y como bien dices tú, es ahora que los propios lectores lo exigen que empiezan a caer en cuenta que quizás no es tan mala idea apostar por lo audio-visual (pienso por ejemplo, en el mercado de los audiolibros que recién ahora empieza a despertar en nuestros países).
Mucho, mucho, mucho es lo que hay que hacer aún en este tema y te acompaño en la afirmación de que lo ven a lo lejos. Acercarse genera vértigo y genera miedo, el miedo de que te quiten lo que hasta ahora habia sido el bastión de negocio (léase bastión de pillaje, aunque -atención- no quiero generalizar). Cuando observamos modelos alternativos que están emergiendo (y tú eres parte de uno de ellos) nos damos cuenta de que aún hay mucho por venir.
Gracias por lo de la foto
Besos