Redes sociales, redes sexuales y un crimen en Dennehy

Podría ser el argumento de una novela latinoamericana exitosa, de aquellas que se adentran en la vida de pueblos pequeños. Sin embargo no es ficción sino realidad que sale a la luz por un fallo judicial. La historia comienza con un crimen donde la victima es ejecutada de rodillas en plena calle. Un  acusado fue preso porque su mujer mantenía relaciones con la victima. El crimen pasional cerraba como motivo, hasta que comenzaron las audiencias y casi todo el pueblo declaro. El crimen pasional por celos caía como motivos, dado que el acusado no era el único, sino parte de una red mas compleja de secretos y deseos que atraviesan el bucólico pueblo de la provincia de Buenos Aires.

Para entender las redes de infidelidad que existían, casi e un modelo de a 6 grados de distancia, diremos que se trata de 104 habitantes y entrecruzados en sus declaraciones formaban parte de una especie de “gran familia sexual”. El fallo de los jueces como reproduce Terra apela a la mitología griega para explicar la situación:

“Pero ‘lo único que pudo probarse’, según la resolución de los jueces, es que ‘para muchos habitantes, el pueblo era como un mitológico bosque griego donde se concretaban clandestina u ostensiblemente los encuentros amorosos’. ‘Sí se pudo saber que el pueblo era un campo propicio para las francachelas sexuales, pero quién mató a la víctima no’, destacó el tribunal…”

El informe de TN es imperdible y muestra esta situación de una especie de red social en vivo.

Hay un crimen pero no hay un asesino, ¿Alguien le pondrá el titulo de “Mi secreto me condena”?